Entiendo que tengas que buscar a alguien más. No estoy molesta. Después de tanto estoy cansada de luchar contra lo inevitable. Me alegro por ti, porque será mejor que yo en muchísimas cosas, empezando porque puede escucharte en el sentido original de la palabra, porque va a estar allí cuando le necesites. Además no tendrá todos los problemas que yo invento por afición, toda esa inseguridad, ese peso. Toda la culpa de no saber hacer las cosas bien. Que probablemente no se va a estar preguntando por qué diablos no es más bonita, más segura y más divertida. Por qué le tocó nacer en un mundo donde nunca es suficiente para nada. Ahora ya no tengo que obligarme a luchar contra mis propios pensamientos y eso me libera un poco. Por mí está bien que tengas con quién salir, con quién reír, con quién cenar en casa, con quién platicar por horas tumbados en la cama. Al fin y al cabo sí estaré parcialmente feliz por ti porque te lo mereces, en un sentido muy natural de la justicia y el aprecio que te tengo. Para mí hay una parte que nunca se acaba, también eso lo acepto; te extraño, y extrañar es un sentimiento bueno para hacer compañía.

Domingo y soñé contigo
O tal vez no era un sueño.

Esta vez conjuré tu aroma a mi cabello

Que iba más allá de tu esencia

Al parecer las flores no estaban marchitas;

mi llanto las había reavivado

La voz de Orfeo sí era clara.

Después de dos días la lluvia

se coló entre las rocas.

Entonces pienso que fue domingo

y que los sueños...

Hoy desperté pensando en cosas que hace mucho no pensaba. Y pensé en ti a pesar de que siempre lo hago. Me pregunto dónde estarás, si habrá alguna forma de encontrarte. Quiero que te dirijas a mí, quizás no como antes, que me digas "hola". ¿Qué me querías decir? Paradójico destino. ¿Nos hará encontrarnos un día? Para poder preguntarte... ¿qué me querías decir? ¿Cuánto tiempo tiene que pasar sin verte siquiera? Quiero olvidar que existes, quiero dejar de extrañarte cada día que pasa. ¿Me has buscado? ¿Has pensado en mí un poco? ¿Has esperado por costumbre verme llegar?
Ya no tienes que quererme, no tienes que llamarme "princesa". No me cuentes tu sueño esta vez. Sólo búscame, encuéntrame un día en los lugares donde siempre estoy. Hazlo aunque no escuches mis palabras, aunque no imagines que estoy pensando en ti. Encuéntrame y mírame, adivina si aún te recuerdo, si aún espero verte a pesar de que es imposible.

Porque quizás en el siguiente sueño sea diferente y allí te dirijas a mí como antes y me llames princesa y me acaricies el cabello sinceramente.

Dime si después de todo
seguí siendo perfecta
si no me arruiné al buscarte tanto
al empeñar mi sensatez
por una de tus líneas,
por algún matiz de tu voz.

Y que te busco en sueños
en la claridad y en mis pecados;
en el vórtice de la existencia,
en la plenitud de mis errores
...en mis sentimientos.

Pero encuentro al espíritu de un no sé qué
que son las migajas de mi reflejo
y mi necesidad.
Sin embargo, la eterna imagen
de la claridad, lo cálido,
el intacto recuerdo de lo etéreo
subyace insistente ante mis deseos.

No quiero ir a la cama...
será que en el silencio encuentro mis soledades
que recuerdo que es noche y tengo ganas de llorar
que la vida que perdí vuelve a mí
más trágica que nunca
y el dormir me hace creer
que al despertar estoy en otro lugar

Quisiera ser un ser de otro mundo
Borrar los atisbos de mi procedencia
Dejar ir todo como todos,
adquirir poco a poco el amor a lo efímero.
Quiero aprender a olvidar
el sentido de la eternidad
Y dejarme llevar por las palabras
Llévame de vuelta al océano
El aire de tu mundo me envenena,
mis recuerdos inexistentes me aprisionan
Necesito verterme en un cuento de hadas.
Ahora aferro mis esperanzas
a lo poco que queda de ti
Esperando que tu imagen de cristal
no se quebre con palabras de realidad
¿Podemos volver a empezar?

El pino después de navidad

La navidad barre tus esperanzas

Y yo soy la nieve sucia

que se derrite en la madrugada

Allí estás bajo el empolvado destello

Eres solo el fondo

Mientras yo soy solo la caja

La punta seca y la estrella dorada

Te vas con las páginas arrancadas

Te vas quizá el día primero

Lloro mientras quito la guirnalda

No me mires más con miedo

No implores otra navidad

Que yo también odio el año nuevo